Frente a un cambio de vida repentino a través de la pandemia del Covid-19 que paralizó numerosas industrias y sectores profesionales en todo el mundo. Uno de los más afectados ha sido el del deporte tradicional. Es así que se ha visto afectado de manera significativa por los continuos brotes de Coronavirus, todas las grandes ligas y eventos deportivos terminaron cancelando y aplazando su desarrollo a la espera de la evolución de la pandemia por coronavirus.
El planeta entero asume nuevos retos con una multitud de recursos exigidos para responder a las demandas de los países con sus sectores económicos, políticos y sociales. Hechos que hacen repensar en el sector deportivo la adaptación a nuevos sistemas, herramientas y estrategias para seguir vigentes, enfrentar la crisis y superarla.
Marcos Antón, experto en Esports y Director de la Maestría en Gestión de eSports Universidad Internacional de Valencia, ha publicado un interesante artículo publicado en Palco23, en que analiza el impacto que la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha tenido en el mundo del deporte.
Antón hace una comparación entre como han afectado las medidas de distanciamiento social y de restricción de movimientos producto de la crisis a los deportes tradicionales señalando que “Todas las grandes ligas y eventos deportivos han terminado cancelando o aplazando su desarrollo a la espera de la evolución de la pandemia por coronavirus. Los pabellones y los estadios han echado el cierre hasta nuevo aviso, dejando a los aficionados sin oferta competitiva.
Los escenarios más optimistas manejan una vuelta a las competiciones sin espectadores, al menos lo que resta de año. La pasión por presenciar un partido o una competición en directo será sustituida por la transmisión a distancia. Sin embargo, aunque no acudan a los estadios o pabellones, los seguidores continúan demandando esa cercanía con sus equipos e ídolos, y habrá que seguir manteniendo ese vínculo pasional.
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